En las últimas semanas una noticia ha tenido muy preocupada a las autoridades ecuatorianas y a la sociedad civil en general. La noticia es que el estado ecuatoriano ha sido condenado a pagar 1,700 millones de dólares más intereses a la compañía estadounidense Occidental Petroleum Corporation (Oxy) por haber cancelado su contrato de operaciones en 2006.