Washington busca en Colombia y Perú reemplazo a la base de Manta

5-5-08

Caracas, 15 Abr. (Aurelio Gil Beroes) ABN.- Las operaciones que militares estadounidenses realizan en la base de Manta, en el Pacífico ecuatoriano, podrían ser trasladas a un punto de la Guajira colombiana o a territorio peruano, una vez que, en abril del próximo año, expire el convenio que hasta ahora las ha permitido.

La base está ubicada en la ciudad de Manta, al noroeste del Ecuador, a 230 kilómetros al oeste de Quito, en la Provincia de Manabí y oficialmente se llama Aeropuerto Internacional Eloy Alfaro (Base aérea militar de Manta), en honor al héroe nacional, nacido en esa provincia.

La firme postura del presidente del Ecuador, Rafael Correa, de no renovar el convenio militar con Estados Unidos, ha puesto Washington en la urgencia de buscar un sitio de reemplazo en el área.

Este complejo aeroportuario fue inaugurado en 1978 y cedido por 10 años renovables a los militares estadounidenses, por el gobierno del presidente Jamil Mahuad, en abril de 1999.

La ciudad tiene una población cercana a los 200 mil habitantes y es el segundo puerto en importancia del país.

La red

La base de Manta forma parte de la red de control regional que ha establecido el Pentágono al norte de Suramérica.

Como parte del cumplimiento de los acuerdos Torrijos-Carter, que en 1999 restablecieron la soberanía de Panamá sobre el área del Canal interoceánico, los militares estadounidenses debieron abandonar la base Howard, una estación estratégica para el control militar del norte de Suramérica y el Caribe, ubicada en la zona del canal.

Según el investigador y periodista hispano-brasileño, Decio Machado, en su trabajo La base de Manta y la estrategia de militarización en América Latina, tal circunstancia obligó al Pentágono a buscar opciones, y estableció pactos en la región, que le permitieron compensar y aún mejorar, la cobertura que alcanzaba con la base Howard.

Así, ese mismo año acuerda con el Gobierno ecuatoriano la operación de la base de Manta, y conviene con el gobierno holandés el establecimiento de las bases: Reina Beatriz, en Aruba, y Hato Rey, en Curazao.

De esta forma -de acuerdo con Machado- los mandos militares estadounidenses componen una estructura de cuatro puntos que completan con la base de Comalapa, en El Salvador y que cubre más amplia y profundamente la geografía del norte de Suramérica.

Alta tecnología

El aeropuerto de la base de Manta es uno de los más modernos de Latinoamérica. El Gobierno norteamericano invirtió 80 millones de dólares en su ampliación y equipamiento tecnológico.

Tras el bombardeo a territorio ecuatoriano y la posterior penetración de tropas colombianas, el primero de marzo pasado, el ex ministro de Defensa de Ecuador, Wellington Sandoval, dijo a Inter Press Services (IPS) que en la operación se emplearon "equipos que no tenemos las fuerzas armadas latinoamericanas”.

"Arrojaron más o menos cinco ‘smart bombs’ (bombas inteligentes utilizadas por Estados Unidos en la guerra del Golfo en 1991) "con una precisión impresionante" y un margen de error de un metro "de noche, en aviones a gran velocidad", agregó.

Por su parte, el comandante del escuadrón de aviones Awacs (Sistema Aéreo de Alerta y Control, por sus siglas en inglés) de Manta, Rich Boyd, citado por IPS, aseguró que de los 27 aviones de ese tipo que poseía Estados Unidos, tres estaban en Manta. Cada aparato cuesta mil millones de dólares, casi el doble del presupuesto de la Fuerza Aérea ecuatoriana en 2005.

El militar estadounidense explicó que un Awac puede monitorear todas las conversaciones de radio y señales de radar en un radio de 321, 8 kilómetros.

Además de los aviones de alerta y control, naves espías del tipo F-3 despegan frecuentemente de la base.

Operaciones

1999 es un año clave para entender la importancia de las operaciones de los militares norteamericanos en Manta. Ese año, además de su salida de la base de Howard, se inicia, con el gobierno de Andrés Pastrana, el Plan Colombia, y la base ofrece la posibilidad de monitorear las operaciones subversivas en todo el sur colombiano.

Tal y como lo dijo el ex jefe de operaciones del ejército ecuatoriano, coronel retirado, Jorge Brito: “La base de Manta es como los ojos y los oídos del Plan Colombia. Con el sofisticado sistema integrado de inteligencia electrónica, la base proporciona los datos de inteligencia en tiempo real sobre los movimientos de la guerrilla de las Farc, para que sean utilizados por los tres batallones contrainsurgentes que está entrenando EEUU y que estarían integrados por mil hombres cada uno”.

Brito ha asegurado que Manta estuvo involucrada en la operación militar colombiana que violó el territorio ecuatoriano, y el propio comandante de la base, el coronel Bud Leonard, reconoció que un C-130 de su escuadrón aéreo estaba en el aire mientras se efectuó la violación territorial al Ecuador, según apunta Machado.

Por su parte, ya en julio de 2001, el coronel retirado Fausto Cobo, ex director de la Escuela de Guerra del ejército ecuatoriano, advertía, según IPS, que "Manta, para el propósito del Plan Colombia, es un portaaviones en tierra de Estados Unidos".

El nuevo destino

La diplomacia norteamericana anda en busca de un punto de reemplazo, en la geografía del norte de Suramérica, para las operaciones que realiza en Manta.

Las opciones más inmediatas parecen ser Colombia y Perú. En el primer caso, ya el embajador de la Casa Blanca en Bogotá, William Brownfield, dijo al diario El Espectador, el pasado 11 de mayo, al responder a una pregunta sobre si la zona de la Guajira podría acoger las operaciones militares que se realizan en Manta: “Hay posibilidades en la República de Colombia, sin duda alguna. Nuestro Gobierno podría proponer y el anfitrión decidirá si permite ese tipo de ayuda”.

La posibilidad de Perú fue asomada, desde Lima, por el diario argentino Página 12, en un artículo del periodista Carlos Noriega, fechado el primero de abril. El artículo se titula ¿Base militar de EE.UU. en Perú a cambio del TLC?, y en un párrafo dice: “Según supo Página/12, Washington ya habría iniciado gestiones ante el Ministerio de Defensa del Perú para instalar una base militar en territorio peruano y el ministro de Defensa, Allan Wagner, se habría mostrado abierto ante esa posibilidad. Incluso los norteamericanos ya estarían evaluando diversos lugares en Perú como posibles sedes de una futura base militar en la región.

“El departamento de Piura, ubicado en la costa del Pacífico, a unos mil kilómetros al norte de Lima y cerca de la frontera con Ecuador, es el lugar que mayor interés habría despertado en el Pentágono para instalar su nueva base militar en la región”, puntualiza el corresponsal.

El rotativo informa además de viajes de militares peruanos a Washington y agrega: “El gobierno de Alan García está especialmente interesado en la aprobación del TLC y ha priorizado en su política exterior un acercamiento a Washington. Esta combinación de conversaciones para “mejorar la cooperación en defensa” y de gestiones paralelas a favor del TLC, suscitan suspicacias sobre lo que se podría estar negociando a cambio de la ratificación del Tratado”.

Fuente ABN