Saludo de la Alianza Social Continental al V Congreso de la CLOC Vía Campesina

La Alianza Social Continental celebra y saluda fraternalmente al V Congreso de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo-Vía Campesina.

La realización exitosa de este Congreso de la CLOC es un motivo de gran alegría para nosotros y para todos los movimientos sociales de los pueblos, en momentos en que luchamos por objetivos centrales en medio de la ofensiva imperial que trata de imponer a toda costa los intereses del gran capital transnacional, mediante los tratados de “libre comercio” que estipulan todas las prebendas para los inversionistas extranjeros, sus mercancías y negocios, así como también, mediante la militarización de la región, las bases militares estadounidenses, los golpes de estado, los asesinatos de dirigentes populares, la represión y la criminalización de las luchas sociales.

Este período nos exige la mayor unidad de acción y de objetivos centrales. La lucha de los pueblos de continente consiguió detener al ALCA, se ha fortalecido el Mercosur y ha surgido el ALBA, pero los TLC ahora en vigencia entre Centroamérica y República Dominicana y Perú con Estados Unidos y el firmados con Colombia, se suman a los anteriormente celebrados con Chile y México, a los ahora suscritos o negociados con la Unión Europea y Canadá y conforman un “Arco del Pacífico” y que el gobierno de Panamá con los de México y Colombia ha propuesto conformar como “Gran Alianza” para seguir los dictados imperiales.

La crisis económica iniciada desde 2007, evidenció el fracaso del neoliberalismo en resolver los grandes problemas de las sociedades contemporáneas. Las leyes del mercado por sí misma llevaron la bancarrota de la construcción de viviendas en Estados Unidos, España y otros países europeos. Los sistemas de salud privados, no solamente han demostrado su incapacidad para lograr un cubrimiento universal, sino además, en varios países se han visto muy afectados por la crisis. El desempleo se amplia y se prolonga en los propios países más desarrollados. Sin embargo el capital transnacional insiste en tratar de aprovechar a crisis para imponer las viejas recetas neoliberales de reducción del gasto social, reducciones salariales y prestacionales a los trabajadores, acuerdos con el FMI y más tratados de libre comercio. Los países que aceptan estas imposiciones son cada vez más vulnerables a las crisis y a nuevas presiones económicas y políticas.

Un objetivo claro del capital transnacional es liquidar la soberanía alimentaria de cada región, de cada país, imponiendo la importación de alimentos, las patentes de semillas e insumos agropecuarios, a dependencia tecnológica, las redes de comercialización y de crédito, el procesamiento agroindustrial, la prioridad para los agrocombustibles, las petroleras, los megaproyectos viales o hidroeléctricos y la gran minería a cielo abierto y, finalmente, la compra masiva, arrendamiento o simple apropiación por despojo de grandes extensiones de tierras agrícolas.

La conversión de la alimentación del mundo en un gigantesco negocio de los grupos de capital transnacional ha causado en primer lugar más hambre. Las alzas extremas de los precios de los alimentos, especialmente de los cereales, en 2008, que ahora se repiten, demuestran que los pueblos no pueden someterse a dumping de unas importaciones inicialmente baratas, seguidas de altísimos precios y más hambre. Además el mismo modelo del negocio transnacional agropecuario está contribuyendo en forma decisiva al calentamiento global y causando un grave daño climático y destrucción de los ecosistemas.

Sabemos que la mitad de la población mundial son ustedes, agricultores familiares que desde las economías campesinas o indígenas siguen alimentando al mundo y son una alternativa real para contrarrestar el daño climático y conseguir un producción ambiental y socialmente sustentable. La ASC apoya decididamente el fortalecimiento de esta alternativa, tanto desde la base social y su movilización, como luchando por políticas, programas, presupuestos y acciones de los estados, que garanticen las condiciones adecuadas para la agricultura familiar, con los recursos de tierra, tecnología limpia, crédito, instalaciones de procesamiento y redes de comercialización y con la protección de la producción nacional y local.

Más aun, la ASC considera que el campesinado es un sector decisivo en la lucha de los pueblos de Latinoamérica y que su contribución unitaria es indispensable para conquistar la justicia social, la soberanía y el buen vivir. Queremos seguir trabajando muy unidos con la CLOC y Vía Campesina, y decimos, sin vacilación, que queremos que la CLOC siga siendo parte de a ASC, porque ello permite persistir más y mejor en la unidad en la lucha contra e neoliberalismo, los tratados de libre comercio, el despojo de los territorios de las comunidades.

La ASC, por otra parte, espera contribuir a construir y fortalecer la alianza entre el campesinado, los pueblos indígenas, las comunidades afro-latinoamericanas y los trabajadores rurales, alianza que cada vez más se demuestra clave del avance de los procesos populares latinoamericanos. Sabemos cómo los pueblos indígenas enfrentan graves amenazas a su territorialidad y su vida por la imposición de grandes proyectos de inversión que dañan el ambiente en su entorno y destruyen su integridad social, económica y cultural. Es necesario tener siempre en cuenta el punto de vista indígena y los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y comunidades afro, para que los procesos avancen y es muy importante ver también lo importante que es para as comunidades campesinas asumir su territorialidad para enfrentar los intentos de despojo.

La ASC sabe que tenemos que afrontar nuevas luchas decisivas como la que dio Bolivia en 2008 para derrotar los planes separatistas y golpistas de la oligarquía y el imperio; las cumplidas contra los intentos de golpe de estado en Venezuela y Ecuador; la que seguimos contra el golpe de estado en Honduras y las bases militares estadounidenses en Colombia, Panamá, Honduras y Cuba y la presencia de tropas extranjeras en Paraguay y Costa Rica; la que se amplía contra los atropellos de la gran minería y la apropiación de tierras por grandes corporaciones y contra los llamados tratados de libre comercio. Estamos seguros que en cada una de estas luchas estaremos juntos con la CLOC y La Vía Campesina. Que este Congreso sirva para estrechar nuestra fraternidad y acción unitaria.

Quito, 12 de Octubre de 2010

Desarrollado con el apoyo de Entremedios Comunicación Digital